Hace un año y poco que hice esta fotografía, digo que la hice porque según el fotógrafo Ansel Adams “no tomas una fotografía la haces”.

Fue en Calella de la Costa (Maresme), para mi es un pueblo conocido, en diferentes épocas de mi vida lo he visitado: cuando era adolescente iba a jugar al balonmano, de joven era típico ir de fiesta y ahora con 47 años ya no juego al balonmano ni salgo de fiesta (bueno de vez en cuando si que me permito salir con los amigos), aunque he cambiado estas aficiones por otros hábitos más reposados.

Así que quedé con unos muy buenos amigos para comer en el restaurante El Hogar Gallego, os lo recomiendo si os gusta el pescado y el marisco. Comimos de maravilla ya que al mezclar buena compañía con buena comida y buen vino el resultado es una magnifica e inolvidable velada. Al terminar la sobremesa decidimos ir a dar un paseo por la playa. No nos dimos cuenta, pero mientras estábamos comiendo cayó una tormenta con todos sus ingredientes: truenos, relámpagos, lluvia y viento,  en definitiva un señor temporal que dejó las calles vacías, aun así, decidimos llega hasta la orilla.

El espectáculo visual estaba servido, los restos de la tormenta dejaron la playa desierta, el cielo empezaba a despejarse dejando que los últimos rayos solares se filtrasen entre las nubes y las barcas esperaban que el tiempo mejorase para salir de nuevo al mar. El cóctel de colores y de elementos atrajo mi atención, me gustó  y realicé la fotografía.   

Quiero pensar que cuando a alguien le llega una fotografía sea por azar, por curiosidad o por lo que sea, es igual el soporte al que este sujeta, ésta le transmite una variedad de mensajes que pueden llevar a interpretarse de muchas maneras distintas e intenta usar las palabras para comunicar lo que la imagen le sugiere. Esto es lo que le ocurrió a Marina, mi prima, y el mensaje final fue un precioso poema dedicado a los marineros. Lo quiero compartir con todos vosotros, deseo que os guste como a mi me ha gustado.

Mariner, on vas? On t’has deixat la barca?

A port no hi ha destí, a mar t’espera l’alba.

A port no hi ha horitzons, dins la mar deu mil onades.

Mariner, espera, on t’has deixat la corda? Estira les pors, arrenca les penes, emportat els dubtes, carrega la consciència.

Mariner, rema, rema amb tota l`ànima, allunyat dels que et diran quedat, apartat dels que et diran aguanta.

Marxa lluny, ben lluny on cada dia hi neixi l’alba. Respira, omple pulmons, perquè en el fons tot s’ho emporta l’aire.

Marina vall-llosera i Camps

(traducción)

Marinero, dónde vas? Dónde has dejado la barca?

En el puerto no existen horizontes, mar a dentro diez mil olas.

Marinero, espera, dónde te has dejado la cuerda? Alarga los miedos, extirpa las amarguras, llévate las dudas, carga la consciencia.

Marinero, rema, rema con toda el alma, aléjate de los que te dirán que te quedes, apártate de los que te dirán aguanta.

Vete lejos, muy lejos donde cada día nazca el amanecer. Respira, llena pulmones, porque al fin y al cabo todo se lo lleva el aire.