Yolanda mi compañera de clase. Con ella he compartido muchas vivencias que nos han hecho crecer como persona. Todas forman parte de nuestro crecimiento. Las que he vivido con ella se mantendrán siempre en mi memoria. Para recordarlas en ocasiones especiales. Cuando decidí empezar este proyecto. El de crear un blog donde la enfermedad de Stargardt fuera la protagonista. Tenia muy claro que en él se mostrasen opiniones personales. Y, también artículos de otras personas que pudieran o no estar relacionadas conmigo. Así pues, le pedí, a Yolanda, si quería participar en el blog escribiendo. Mi intención era que explicase como había sido su experiencia al trabajar conmigo: una persona con una discapacidad visual. Y aquí está el resultado.

Las palabras de Yolanda

Hace  nueve años tuve la suerte de empezar a trabajar con Montse como compañera de aula. Por aquel entonces comenzábamos la aventura de poner en marcha la primera escuela de infantil del primer ciclo del municipio de Sant Celoni. Lo que más me llegó de ella en aquel momento fue su deseo de  aprender y su actitud de respeto y escucha hacia todo aquello que le era ajeno. Con el tiempo me he dado cuenta que este deseo de saber y conocer lo extiende a todas las áreas de su vida y que su afán de superarse a sí misma es un motor de vida. Lo siguiente que conquistó mi corazón y que permitió que además de compañeras seamos amigas es su sencillez y su franqueza en las relaciones humanas. Eso hace que adultos y niños se sientan a gusto con ella y seamos capaces de mostrarnos abiertamente, no argumento mejor para que la vinculación con el otro fluya sanamente. Y lo que he aprendido a apreciar y admirar con el paso de los años es su inmensa capacidad creativa, la cual estoy convencida nace de su mirada al mundo. Una mirada que en muchas ocasiones puede parecer limitada a nivel físico y que yo estoy convencida es una mirada ampliada por el amor a la vida y al mundo que le rodea. Montse me ha asombrado en numerosas ocasiones con la concreción en detalles que para mi habían pasado desapercibidos y que generan una calidad humana en la escena y la interacción con el mundo que da mayor profundidad y vivacidad a ese momento, a esa historia, a esa escena… y que me ha permitido ver más generosamente el mundo en el que vivimos. Muchas gracias Montse, por todos estos años de ayudarme a enriquecer mi mirada a la vida que nos rodea.

Hoja vs corazón

A Yolanda también le pedí  que eligiera una fotografía de mi cuenta de Instagram. La que más le gustase: por sus colores, por su temática, por su significado, por su sensibilidad,.. No se por algo.  ¡Pero que escogiera una! Y creo que le cree un dilema. No le fue fácil la elección eran muchas las que le agradaban. Al final la fotografía “ganadora” es la que os muestro a continuación:

 

Dicen que detrás de cualquier fotografía existe una historia particular. Y la que escogió Yolanda también la tiene. Ocurrió un día por la tarde. Yo estaba entrando en el gimnasio. Andaba por un pasillo largo y estrecho. Cuando vi que en medio de este, en el suelo, estaba una hoja. Me fije en ella porque tenia forma de corazón.  Me pregunté por donde había podido entrar. Los grandes ventanales estaban todos herméticamente cerrados. Aunque existía la posibilidad que algún usuario la hubiese traído dentro sin darse cuenta. La cuestión es que estaba allí en el suelo esperando que alguien la recogiera. Yo la recogí. Pero antes le hice una fotografía. Porque nunca se sabe: el amor nos lo podemos encontrar en cualquier lugar.