Cuando tienes entre tus manos una fotografía impresa en papel es como tener un diamante en bruto. Si escarbas en ella se abre un portal emocional que nos vincula al momento que fue tomada y nos despierta un sinfín de sensaciones que desembocan en un mar de emociones. Es una experiencia sensorial placentera que se hace sentir.

Así pues, para celebrar el primer aniversario de Encuadrar La Vida, mi proyecto personal, donde cuento mis vivencias con la enfermedad de Stargardt y la fotografía, que mejor que hacerlo compartiendo con todos vosotros un mosaico de fotografías que son importantes para mi porque me han abierto la puerta a un carrusel de emociones.